sábado, 27 de febrero de 2016

Relato-confesion II



En la realidad no sabría qué decir, como ocurrió aquello no estaba bajo el efecto de ninguna sustancia, iba conduciendo mi carro, sobre la Av. 25D, venia de regreso de una conferencia con mi amigo del trabajo, la avenida pasaba por un pequeño bosque, debieron ser las 10:00.


Puse en reproducción un playlist de rock, con mi acompañante reíamos de cosas del trabajo el bromeaba con mi blusa que estaba muy escotada y que el jefe no quitaba la vista, y cosas por el estilo, no recuerdo bien ese momento, lo prometo, vi borrosa la carretera, como si estuviese mareada, la radio empezó a hacer un sonido estridente, un chirrido insoportable; creo que me grito que lo apagara, le hice caso, el reloj del carro daban las 03:00, eso era imposible, si apenas salimos  hace media hora de allí, me dolía la cabeza no pensaba; avance unos metros y atropelle algo, pare el auto.


Mi acompañante me miro; asustado-me dijo: Viste que fue.

No le respondí estaba asustada, me propuse a bajarme, mis piernas no respondían, se lo hice saber, él estaba asustado; la expresión en su cara lo delataba.

Seguía  doliéndome la cabeza, él se bajó del carro, y vino corriendo riéndose.

Me dijo-Dame la cámara, parece que atropellaste a un ovni… y volvió se disponía a abrir la puerta. 

... 


Se lo llevo, aquel ser extraño, que no alcance a ver, se lo llevo, solo alcance a oír sus gritos, y el silencio se apoderó de mis oídos, el acelerador me alejo de esa escena escalofriante, no pare, no mire atrás, como se no me importara, me aleje con prisa; llegue a una comisaria, ahí fue donde dije todo lo que sabía.

El cuerpo nunca fue encontrado, solo la cámara que contenía todavía sangre suya, fue destruida…

 

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